sábado, 18 de diciembre de 2010

Con las yemas de los dedos,
Acariciando en dulcísimos
Pequeños círculos concéntricos
Ese definitivo templo del placer
Que es mi sexo
Me entretengo en no tenerte,
No de cuerpo presente
Pero sí de necesidad expresa,
Y con los ojos cerrados
No te evito sino te extraigo
De cada uno de los caprichos
Que mentalmente emito
En la concreta forma de mis gemidos.
Y son tus dedos los que juegan
Entre mis labios, separándolos,
Comprimiéndolos con fuerza,
Convirtieno mi sexo
En un inmenso mar intenso
Rodeando el mismo abismo
Sobre el cual se precipita
Vertiginosamente, brutal,
Haciendo de mí y mis placeres
Un vórtice voraz que me arrastra
Al interior mismo de sí mismo
Para una vez concluída
La caída, el último suspiro,
El inmenso desvanecerse de los sentidos,
Sonreirme, lujuriosa,
Al llevarme los dedos
De mi sexo hacia mi boca,
Y recorrerlos totalmente humedecidos
Con mis labios, ansiosa aún
Por alimentarme de mí misma
.
Caprichosamente, observándome
A mí misma ante el espejo,
Con las piernas totalmente
Separadas, mostrándome
A voz en alto mi deseo,
.
Que chorrea sobre el sudor
Que me cubre por entero
Y por entero a ti me lleva.
.
Sentir entonces tu lengua
Recorriendo palmo a palmo
Esa mezcla de aromas
Y humedades y presencias
En que me conviertes
Cada noche, cada día,
A cada intensísimo momento
En que estés donde estés
Yo te recuerde.



0 comentarios:

  © Blogger templates The Professional Template by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP